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Apostoles y Madres - C.H. Spurgeon




Los primeros apóstoles de nuestro Señor eran personas de alta estima. A pesar de todos sus errores y fallas, sus corazones debieron haberse hecho más suaves y bondadosos conviviendo con aquel que es perfecto y lleno de amor. Llego a la conclusión que si estas personas reñían a las madres que traían a sus hijos a Cristo; entonces esta actitud no es extrañar en la iglesia de Dios. Temo que el frio congelador de este pecado se siente en casi todo lugar.

No quiero hacer acusaciones injustas; pero creo que si haríamos una pequeña investigación personal, muchos de nosotros se encontrarían culpables en este asunto, y tal vez exclamarían junto con el jefe de los coperos del faraón: “Me acuerdo hoy de mis faltas” Génesis 41:9. ¿Hemos dado todas nuestras fuerzas para llevar un niño a Cristo como lo hacemos para la conversión de los adultos? ¿O usted cree que soy sarcástico?

¿Están poniendo ustedes todas sus fuerzas para la conversión de una persona? ¿Que debo decirles? Es terrible que el espíritu de Caín puede entrar en el corazón del creyente y hacerlo decir: “¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” Gen 4:9 Es terrible que nosotros nos permitamos comer deliciosamente cuando muchas personas se mueren de hambre. Pero si ustedes realmente se preocupan por la salvación de las almas entonces díganme ahora ¿cree usted que la salvación de los niños es una cosa poco importante? ¡Si! Y este sentimiento lo comparten muchos. Esto es un error muy común.

Yo creo que en este caso la reacción de los apóstoles fue causada por el fiel amor a Jesús. Estos buenos hombres pensaban que los niños traídos por sus madres iban a distraer al Salvador que estaba ocupado en un trabajo más importante: El desenmascaraba a los fariseos, enseñaba a la multitud y sanaba a los enfermos. ¿Como podían ellos permitir que los niños lo estén molestando? Los pequeños no entenderían su enseñanza y ellos no necesitaban de sus milagros. ¿Para que había de traerlos? ¿Para que lo distraigan de las grandes obras?

Es por eso que los discípulos dijeron:” Llévense a sus hijos estimadas madres, enséñeles ustedes la ley, aprendan con ellos los salmos y los hechos e los profetas y oren. Cristo no puede imponer sus manos sobre todos los niños. Si nosotros permitimos venir a un grupo de niños entonces vendrán todos los niños del pueblo y la obra del Salvador, lamentablemente será perturbada ¿Acaso no entienden esto ustedes? “Los discípulos tenían tanta reverencia a sus Señor que estaban dispuestos a echar fuera a estos pequeños visitantes para que el gran maestro no convierta en un simple maestro de niños.

Probablemente eso fue causado por el gran amor a Jesús; pero esto no estaba de acuerdo a su enseñanza. Así también hoy en día algunos hermanos (pocos probablemente) estarían de acuerdo en recibir en la iglesia muchos niños temiendo que esta se convierta en una congregación de niños y niñas. Y en verdad, si muchos niños llegan a ser miembros de la iglesia entonces la gente va a hablar con disgusto. El mundo exterior la va ha llamar simplemente “Escuela Dominical”.

Yo recuerdo un caso cuando en una de las iglesias de nuestro condado se convirtió una mujer de mala reputación. Algunos hombres sabios se opusieron a aceptarla como uno de los miembros de la iglesia y aun unas personas incultas del peor calibre se atrevieron a escribir en las paredes que el pastor bautista ha bautizado a una ramera. Le dije a mi amigo que aquello había que aceptarlo como una honra. Aun si alguien nos hubiera de reprochar porque recibimos a los niños como miembros de la iglesia, nosotros gustosos aceptaremos este reproche como una señal de honra.

Los niños santos no pueden hacer ningún daño a la iglesia. Dios enviara personas maduras y con experiencia para dirigir prudentemente la iglesia. Nosotros no aceptaremos a nadie quien no pueda testificar de su nuevo nacimiento sea cual sea su edad. Dios nos guarde de juzgar a nuestros cuidados hermanos; pero nosotros quisiéramos que ellos muestren su prudencia allí donde ella es más necesaria. Jesús no perderá su gloria por los niños, tenemos muchas mas razones para preocuparnos de esto a causa de los adultos .El rechazo de los apóstoles a los niños en gran parte era producto de aquello que ellos ignoraban: las necesidades de los pequeños. Si alguna madre en esta multitud diría: “tengo que traer a mi hijo al maestro porque el esta poseído por el demonio”, entonces Pedro, Jacobo y Juan si titubear un segundo ayudarían a la mujer a traer al niño al Salvador. O supongamos otra madre diría:”La enfermedad consume a mi hija, quedan de ella solo piel y huesos. Permítanme venir con ella a Jesús para que El ponga sus manos sobre ella” Todos los discípulos dirían: “¡dejen pasar a esta mujer con su triste carga!”; pero los demás pequeños inquietos de ojos brillantes y lindos hablar infantil - ¿para que ellos necesitan venir a Jesús? Los apóstoles se olvidaron que estos niños con toda su alegría y salud y la visible inocencia necesitan profundamente la bendición del misericordioso Salvador.

Si ustedes tienen otro punto de vista que vuestros niños no necesitan ser convertidos, que los niños nacidos en una familia cristiana tienen algún beneficio ante otros y en ellos ya están cimientos de los buenos valores y solo necesitan ser desarrollados, se desaparecerá uno de los principales motivos para continuar en vuestro piadoso celo. Créanme que vuestros hijos necesitan al Espíritu Santo el cual les daría nuevos corazones y los llenaría de un Espíritu recto, sin ello se desviaran del camino como todos los demás niños. Recuerden: No importa cuan pequeños sean ellos, en su joven pecho ya esta el “germen” el cual hay que sacar sino el los destruirá. Para el hombre es propia la atracción al pecado aun si esta todavía no se ha manifestado en los hechos y es esta atracción la que hay que vencer con la gran fuerza del Espíritu Santo gracias al cual el niño recibe el segundo nacimiento.

Oh! ¡Si la iglesia de Dios abandonara el viejo dogma judío, el cual tiene aun fuerza para con nosotros de que el nacimiento físico trae consigo los privilegios de las promesas! Aun las leyes del Antiguo testamento nos enseñan que no es la carne sino el Espíritu el que produce la verdadera semilla, Como también fue con Ismael e Isaac, Esaú y Jacob. ¿Acaso no sabe la iglesia de Dios que “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.? (Juan 3:6)“¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie. (Job 14:4)”


EL nacimiento físico trasmite la naturaleza perversa; pero es incapaz de trasmitir la gracia. En el nuevo Testamento esta escrito: Los hijos de Dios “los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. (Juan 1:13)


En los tiempos del antiguo testamento era muy importante el nacimiento de la carne. Pero desde el punto de vista del Pacto de la Gracia ustedes tienen que vivir el segundo nacimiento. El primer nacimiento no nos trae nada además de la herencia del primer Adán. Tienen que nacer por segunda vez para recibir la guianza del segundo Adán.

Pero alguien podría contradecir que en la Biblia esta escrito : “ Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos …” ¿ No se ha podido malinterpretar mas terriblemente este texto? . Muchas veces he oído citarlo para confirmar la doctrina que esta muy lejos de la que muy claramente se lee aquí. Si ustedes tomaran la mitad de cualquier oración dicha por una persona y votaran todo lo demás entonces recibirán el resultado completamente opuesto al original. ¿Que significa en realidad este texto? Lean Hechos 2:39 “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

(Hch 2:39)” ”Esta afirmación es interpretada de varias formas y es causa del llamado: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados… (Hch 2:38)

Eso no habla de un privilegio especial para todos los miembros de familia, sino de la disposición de la Gracia a ellos como a sus hijos también “los que están lejos”. En el nuevo testamento no hay ni una sola palabra de que los privilegios de la gracia de Dios de alguna manera se transmitan por herencia. Ellos son dados a aquellos que “El Señor nuestro Dios llame” sin importar quienes fueron sus padres – santos o pecadores- ¿de donde la gente tiene el atrevimiento de sacar la mitad del texto para insistir en aquello que es incorrecto? Con tristeza ustedes deben mirar a sus niños, porque en pecado nacieron y formados en concupiscencia, “hijos de la ira” por la naturaleza, como todos los demás. Y Aunque ustedes mismos pueden pertenecer a los santos y sus antepasados fueron siervos conocidos en la iglesia de Dios sus hijos son tan pecadores por nacimiento como los hijos de otras personas, por eso ellos tienen que ser redimidos de la maldición de la ley por la preciosa Sangre de Jesús y recibir nueva naturaleza como el fruto de la obra del Espíritu Santo en ellos.

Ellos tuvieron el privilegio de crecer en una familia cristiana y desde pequeños escuchar la palabra de Dios; pero ellos son pecadores y necesitan del Salvador como toda la humanidad. Si ustedes se ponen a reflexionar en esto, entenderán que es necesario llevarlos lo más temprano posible en los brazos de oración y Fe a Jesucristo y confiarlos al único que es capaz de resucitarlos.


Yo he visto a los niños cuya experiencia espiritual, a los 10 o 12 años era mas grande que algunas personas de 50 o 60 años. El viejo refrán dice: “Algunos niños nacen con barba”. Algunos niños desde su nacimiento son pequeños hombres, y algunas niñas- pequeñas mujeres. No se puede medir nuestra vida con los años que hemos vivido. Yo conocí a un adolescente de 15 años del cual los cristianos mayores a menudo decían: “¡Este muchacho parece tener 60 años, con tanto entendimiento el habla de las verdades de Dios!” Estoy seguro que este joven a sus 15 años conocía de Dios y de las angustias espirituales más que cualquiera que aquellos que lo rodeaban sea cual sea la edad de ellos. No puedo explicar la razón pero se que algunas personas desde su juventud son maduros; pero otros en cambio hasta la vejez se quedan verdes; unos tienen la sabiduría; la cual seria difícil imaginar en ellos y otros son demasiado torpes; aunque parece que ya han dejado sus locuras de juventud.

¡No digan que el niño no es capaz de arrepentirse! Yo conocí a una niña que meses se acostaba con lagrimas atormentada por un profundo sentimiento de su propia pecaminosidad. Si quieren saber que es el profundo, fuerte y terrible temor ante la ira de Dios permítanme contarle aquello que yo experimentaba en mi niñez. Si ustedes quieren saber que es el gozo en el Señor, miren a muchos corazoncitos infantiles henchidos del amor de Dios. Si quieren saber que es la fe en Jesús, miren no aquellos que son enloquecidos por las herejías nuestra época, sino a los niños que creyeron a Jesús por predicación y lo amaron y desde aquel momento saben y están seguros que son salvos.

Un niño es mas capaz de creer que un adulto. Con los años nos volvemos menos crédulos, cada año la mente inconversa nos aleja de Dios y nos hace menos capaces de recibir las verdades de Dios. Ninguna tierra esta mejor preparada para ser sembrada por buenas semillas, como aquella que no fue pisada por el pie del hombre y no fue convertida en una senda; y aquella tierra que todavía no se ha llenado de mala hierba.

El niño no ha conocido la falsedad de la soberbia, la mentira del envanecimiento, los desvíos del mundo espiritual, la astucia y los engaños de los vendedores, el sofismo de la filosofía- y por eso tiene la ventaja ante el adulto. Pero como sea el segundo nacimiento depende de la obra del Espíritu Santo el cual puede obrar tanto en la juventud como en la vejez.

Algunos no dejaban a los niños venir a Jesús porque han olvidado el precio del niño. El precio del alma no depende de la edad. “¡ah solamente es un niño! “ A menudo se puede oír estas frases. Que Dios perdone aquellos que menosprecian a estos pequeños ¡¿no se molestaran ustedes si les digo que es mucho mas importante salvar a un niño que a un hombre mayor?

Dios muestra su infinita misericordia salvado a aquellos que ya tienen 70 años; pero ¿que provecho ellos pueden hacer en el atardecer de su vida? A los 50 o 60 años ya casi están destruidos si toda su juventud pasó con el diablo, ¿que queda para Dios? Pero respecto a los queridos niños y niñas- de ellos se puede hacer algo. Si ahora ellos vienen a Cristo pueden tener adelante un largo, feliz y santo día durante el cual ellos con todo su corazón pueden servir a Dios. ¿Quien sabe que gloria ellos le traerán? Tal vez en los países gentiles los llamaran benditos. Tal vez ellos llegaran a ser la fuente de inspiración para naciones. Si El maestro de colegio tenia la costumbre de quitarse el sombrero saludando a sus alumnos; porque no sabia si alguno de ellos pudiera llegar a ser el Primer Ministro, entonces nosotros debemos mirar adecuadamente a los niños convertidos; porque no se sabe cuan pronto ellos estarán con los ángeles o cuan fuerte va a brillar su luz entre los hombres. Vamos a medir correctamente a los niños y no detenerlos sino inmediatamente llevarlos a Jesús!

Nosotros vamos a vivir con los niños de acuerdo a nuestra propia espiritualidad y la simpleza infantil de nuestros propios corazones. Penetraremos en sus tempranos temores y en sus esperanzas, su fe que esta floreciendo y su amor que esta retoñando. La vida entre los niños convertidos va parecer la vida en medio de un jardín lleno de flores, en la viña llena de aroma de los tiernos racimos de uva.

C.H. Spurgeon

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